viernes, 20 de febrero de 2009

MALTRATO A LAS MUJERES: ¡Nunca más!

PARROQUIA LAS LAJAS


POR: Mahalian Muñoz Silva, y Helen Lizeth Quinayas Muñoz

Las mujeres todas son importantes, sean trabajadoras, obreras, campesinas, profesionales, amas de casa, madres solteras, adolescentes, niñas… todas ellas se merecen un respeto único por su condición de progenitoras.


Lo que quiere decir que los hombres machistas con ideas de otros tiempos están llamados a cambiar sus pensamiento frente al rol socialmente tradicional de las mujeres y al respeto que nos merecemos, y deben darnos.
La sociedad tiene que entender que las mujeres somos el complemento del hombre. Que los nuevos tiempos nos dan oportunidad de estudiar, superarnos y ocupar cargos importantes para ser valoradas hoy en día en todas nuestras dimensiones, y por supuesto, para ayudar al desarrollo de la humanidad y no para ser rivales del hombre.
El rol de madre que cumplimos las mujeres es fundamental para formar hogares y educar hombres de bien; y ese rol es tan importante que nadie puede desvalorarlo. Al contrario, a las mamás tenemos que darle el puesto que se merece. Los consejos de una madre pueden cambiar la historia de una persona, y es la única luz sincera que nos guía por los buenos pasos sin esperar nada a cambio.
En estas épocas las mujeres no debemos ser maltratadas de ninguna manera: ni física, ni sicológica, ni sexualmente.
Por eso me parece bien las leyes que han sacado para protegernos y que se tenga un día como el 25 de noviembre para llamar la atención sobre este problema.
Pero las leyes funcionan si las mujeres denunciamos el maltrato, porque es preferible quedarnos solas que heridas y mal acompañadas. Exijamos que se cumplan las leyes de protección. Y no olvidemos que tenemos que inculcarles a nuestros hijos que nunca usen la violencia contra las mujeres.
Como conclusión y crítica, tenemos que decir que las instituciones del gobierno que protegen a las mujeres deberían implementar ayudas económicas y no simplemente apoyo morales cuando somos atacadas y no tenemos a dónde ir.

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