lunes, 9 de marzo de 2009

Cómo hacemos la política, moderna o antigua.




El hombre por naturaleza es un ser político, en algún momento de su vida tendrá que pensar como político, ya sea para definir algo en su vida, para pensar en el futuro de sus hijos, del destino del municipio, del departamento o del país. También hay quienes afirman ser apolíticos, que no les interesa la política, pero no se dan cuenta que ser apolítico es otra forma de hacer política.
Siempre que llegamos a nuevas elecciones de tipo gubernamental, los votantes y no votantes se plantean una serie de preguntas, tratando de buscar soluciones a problemas viejos o nuevos. Entonces como ciudadanos tenemos que tomar una decisión, la de seguir haciendo política antigua o política nueva. Claro está, los tiempos cambian, los Estados tienen que tratar de modernizarse y una forma de hacerlo es ganar confianza en los electores y en nuestros posibles gobernantes.
Hacer política para ganar un cargo público, ya sea para Presidente, Gobernador o Alcalde, en este tiempo es supremamente complicado (y mucho más si lo hace con la política antigua). Si tomamos como ejemplo a los municipios de sexta categoría como Timbío, donde las transferencias por parte del gobierno central son cada vez menores, es posible que algunos mandatarios de turno cumplan su programa de gobierno en un 70%, y eso habiendo gestionado, haber presentado proyectos etc., podemos darnos por bien servidos con ese porcentaje. Y esto sucede con los mandatarios de los países más desarrollados, no solamente en nuestra querida Colombia, sencillamente porque no hay gobiernos perfectos.
Pero volvamos al tema central (la política moderna), debemos estar al día con ella en todo momento y no solo en épocas de elecciones. Con la política moderna deben hacerse arreglos para construir proyectos, se deben definir las diferencias para que haya verdaderas convergencias, no hay que buscar a los lideres, hay que tener en cuenta a todos los ciudadanos. Antes se usaba la demagogia (un tipo de oratoria para los engaños), hoy en día hay que usar los argumentos, ser creativos, para ir construyendo desarrollo, para no estancarse en el poder.
Pero amigo ciudadano ¿cómo hace Usted la política? ¿Qué tipo de acciones adelanta Usted cuando hay inconformismo? ¿Ayuda a construir o a destruir? O siempre se declara en un constante distanciamiento con el mandatario de turno.
Si nos sometemos o nos dedicamos a criticar sin hacer un aporte, de cómo deberían hacerse mejor las cosas, que nos resistimos porque pertenecemos a otro grupo político, que hacemos un circulo cerrado impenetrable a otras personas, que las esquinas del barrio se convierten en un lugar de habladurías, porque el otro dijo y yo lo repito, es cuando caemos en la trampa de seguir haciendo política antigua. Entonces no estamos ayudando a crear desarrollo, no creemos en lo posible.
Cuando los grupos políticos son ordenados, disciplinados, que trabajan, que están en constantes reuniones, que reciben a otras personas de otros partidos para mejorar la organización, esto para que haya una cooperación entre todos, son los que ganan y se mantienen en el poder.
Entonces todos tenemos el derecho sano de realizar cambios, que no son de la noche a la mañana, e ahí la oportunidad de trabajar, de aportar.
Algún filósofo loco (estos son geniales) dijo algún día, Que la política era estar algunas veces con Dios y otras con el diablo, ¿con cual está usted?
Por ultimo, un beso grandotote a las mujeres en su mes, ellas hacen parte de nuestros sueños, son parte del universo bello.
Escribió
Sory Gerardo Enríquez Molano.
E-mail sorryto1961@yahoo.es

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